Arquitectura tradicional

La arquitectura vernácula del valle del Alto Tormes al pie del macizo de Gredos forma un tipo característico de la arquitectura serrana. El elemento característico de la arquitectura del Alto Tormes es el amplio vuelo del alero formando una suerte de atrio en la fachada meridional. Sirve tanto de resguardo de la lluvia y el viento en los meses fríos como de sombrajo en los calurosos. Dado que el ángulo de incidencia de los rayos.

Los Vetones utilizaron prácticamente en todas las estructuras la construcción en piedra seca. Estos métodos se mejoraron en la época de la repoblación que hicieron los reinos de León y de Castilla con gentes del norte. La necesidad de construir y estructurar el nuevo territorio era urgente, por lo que primó el sentido práctico antes que el estético: Gentes de diversa procedencia, además de la población nativa, comienzan a trazar sus calles y a construir sus casas.

En estos primeros siglos, tras la reconquista la nueva sociedad creada no era particularmente rica. La posición social y económica no les permitía afrontar la construcción de viviendas espaciosas.

Por un lado están los materiales presentes, donde la piedra granítica es bastante abundante mientras que la madera más usada es de chopo/álamo y aliso en detrimento de la madera de encina y roble que son más difíciles de trabajar. También se usaba barda de piornos para cubrir el tejado a la vez que con el barro se hacía la teja y se hacía la solera del suelo.

Por otro lado la geografía del territorio ha marcado en diferentes aspectos a la arquitectura que se asienta sobre ella. En primera instancia, su aislamiento geográfico la sitúa en la periferia del centro, pero al mismo tiempo cerca de una vía tan importante como la Vía de la Plata. También está el factor climático, muy tenido en cuenta para la orientación de las edificaciones y viviendas, con el fin de aprovechar o mitigar los diferentes vientos.

En el Gredos y el Alto Tormes de los primeros siglos, nos hallamos, ante una arquitectura anónima o una arquitectura sin arquitectos. Los artífices de las diferentes construcciones son artesanos de formación tradicional y hasta el S. XIX no aparecen, realmente, los primeros arquitectos.